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Crisis del sistema de salud colombiano: Las EPS intervenidas acumulan millonarias deudas y clínicas cierran unidades
Bogotá, 21 de abril de 2025 — En medio de una creciente crisis en el sector salud, la senadora Paloma Valencia, del partido Centro Democrático, ha denunciado públicamente la grave situación que atraviesan varias Entidades Promotoras de Salud (EPS) intervenidas por el Estado. Según la congresista, las EPS acumuladas bajo intervención del Gobierno Nacional suman una deuda total que supera los 17,3 billones de pesos colombianos.
Deudas millonarias y el colapso de las EPS
En su más reciente publicación, Valencia puso en evidencia las deudas de las EPS más grandes del país. La Nueva EPS, que es una de las entidades de salud más importantes del sistema, enfrenta una deuda que representa el 60% del total de la deuda nacional en el sector. Este escenario se ha convertido en una verdadera bomba de tiempo para el sistema de salud en Colombia, ya que la incapacidad de las EPS para hacer frente a sus compromisos financieros ha generado una crisis de pagos a prestadores de servicios, especialmente en clínicas y hospitales privados.
La deuda acumulada no solo afecta a los proveedores de servicios médicos, sino que también pone en riesgo la atención de millones de usuarios, quienes se han visto afectados por la falta de recursos para cubrir tratamientos médicos esenciales, consultas y procedimientos de alta complejidad.
Aumento de quejas de los usuarios
Según cifras obtenidas por la senadora, las quejas de los usuarios de las EPS ya superan el millón de reportes, una cifra alarmante que refleja el descontento y la frustración de la población. Muchos usuarios han denunciado la falta de pagos a clínicas y hospitales, lo que ha generado la cancelación de citas, la suspensión de tratamientos y la limitación de recursos para atender a los pacientes en unidades de urgencias.
El malestar de los pacientes ha sido evidente no solo a través de las quejas formales ante las autoridades, sino también en las redes sociales, donde los usuarios han comenzado a compartir sus testimonios sobre el deterioro del servicio de salud y la constante negativa de las EPS a autorizar procedimientos médicos o cubrir los costos de tratamientos urgentes.
El cierre de unidades y la precariedad de las clínicas
Uno de los aspectos más críticos que denuncian las autoridades y expertos del sector es el cierre de unidades de atención en varias clínicas del país. Ante la imposibilidad de recibir pagos por parte de las EPS, muchas instituciones de salud se han visto obligadas a suspender servicios fundamentales, como las unidades de cuidados intensivos (UCI), urgencias y cirugía, afectando directamente la capacidad del sistema para atender a los pacientes en condiciones críticas.
Este fenómeno es particularmente grave en las regiones más apartadas del país, donde la falta de infraestructura de salud pública y privada deja a los ciudadanos sin opciones para recibir atención médica oportuna. Los prestadores de servicios, que ya enfrentaban dificultades económicas, ahora tienen que lidiar con una creciente deuda impaga, lo que ha generado el cierre temporal o la reducción de capacidad de atención en varias de sus instalaciones.
La reforma a la salud en la mira
La crisis de las EPS y el colapso financiero del sistema de salud en Colombia se dan en el marco de la discusión sobre la reforma a la salud impulsada por el presidente Gustavo Petro. El proyecto de reforma, que busca cambiar la estructura del sistema de salud colombiano, ha sido ampliamente criticado por sectores políticos, gremios médicos y la ciudadanía en general. A pesar de las promesas de mejorar la cobertura y el acceso a los servicios de salud para los ciudadanos más vulnerables, la reforma ha encontrado oposición debido a los efectos colaterales que ya se están percibiendo en la práctica, como la desestabilización de las EPS y la falta de claridad sobre cómo se garantizará la sostenibilidad financiera del sistema.
La senadora Paloma Valencia no ha dudado en calificar el desempeño del gobierno en este sentido como un desastre. En su publicación en redes sociales, afirmó: “Petro destruyó la salud en Colombia. No hay otra manera de decirlo. Las EPS están quebradas, los hospitales cierran, y los pacientes sufren las consecuencias de un modelo fallido”.
Las cifras y la crítica a la administración Petro
Valencia también citó un informe reciente de la Superintendencia Nacional de Salud, que reveló que las EPS con mayores deudas son las que más pacientes tienen en el régimen contributivo y subsidiado. De acuerdo con la senadora, estos datos reflejan una mala gestión financiera y administrativa del gobierno de Petro, cuyo modelo de reforma no ha logrado garantizar los recursos suficientes para mantener en funcionamiento el sistema.
Además, hizo hincapié en que, en lugar de solucionar los problemas estructurales del sistema de salud, el Gobierno Nacional ha optado por medidas que solo han agravado la crisis. “En lugar de fortalecer a las EPS y garantizar una cobertura universal, se está desmantelando el sistema sin un plan claro para reemplazarlo”, señaló la congresista.
La reacción del gobierno
Hasta el momento, el Ministerio de Salud no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las acusaciones de la senadora ni sobre las cifras reveladas. Sin embargo, varios miembros del Gobierno han señalado que las dificultades financieras de las EPS son parte de la transición hacia un sistema de salud más equitativo, que priorice el acceso a servicios de salud para los más vulnerables.
No obstante, los expertos del sector salud han manifestado su preocupación sobre el futuro del sistema si no se toman medidas urgentes para estabilizar las finanzas de las EPS y garantizar la sostenibilidad de las clínicas y hospitales privados que siguen siendo fundamentales para la atención de los colombianos.
Un panorama incierto
La situación sigue siendo incierta, ya que tanto las EPS como los prestadores de servicios médicos se encuentran en una constante lucha por sobrevivir en un entorno de deudas y falta de pagos. La propuesta de reforma al sistema de salud podría ser la solución a largo plazo, pero hasta que se implementen los cambios, lo que está claro es que la crisis actual está afectando de manera directa a los pacientes, quienes se enfrentan a la falta de acceso a la salud y a la incertidumbre de cómo se gestionarán sus necesidades médicas en el futuro cercano.