Petro ondea bandera de “libertad o muerte” en histórica jornada del 1° de mayo y lanza fuerte mensaje al Congreso

Bogotá, 2 de mayo de 2025 — En medio de una multitudinaria concentración en la Plaza de Bolívar, el presidente Gustavo Petro protagonizó un acto simbólico y político que dejó un profundo eco en el panorama nacional. En el marco de la celebración del Día Internacional del Trabajo, el mandatario ondeó una bandera roja, blanca y negra que denominó como “la bandera de la guerra a muerte”, mientras lanzaba un encendido discurso contra el Congreso y a favor de una consulta popular sobre la reforma laboral.

Un símbolo que sacudió a la opinión pública

Durante su intervención, Petro explicó que la bandera que sostenía en sus manos era utilizada por Simón Bolívar durante la guerra de independencia. Con fondo rojo, rombo blanco y un cuadrado negro al centro, el emblema hace alusión al lema “libertad o muerte”, y fue presentada como símbolo del pueblo que, según sus palabras, lucha contra el abandono institucional y por una transformación social.

El presidente afirmó que mientras el Congreso se rodea de vallas negras, aislado del pueblo, la bandera está del lado de la ciudadanía. El acto fue visto por sus seguidores como una evocación del espíritu libertario de Bolívar, y por sus críticos como una señal preocupante de radicalización y confrontación institucional.

Consulta popular y presión al Legislativo

La manifestación también fue el escenario para la entrega oficial de la propuesta de consulta popular ante el Senado, compuesta por 12 preguntas sobre derechos laborales y reformas sociales. Petro advirtió que, si el Congreso no responde en un plazo de 30 días, podrá expedir el decreto para realizarla. No obstante, aclaró que si el Senado la rechaza de forma expresa, se deberá buscar otra alternativa de participación ciudadana.

Con este paso, el presidente intensifica su estrategia de llevar a las urnas temas que han sido bloqueados en el Congreso, apelando directamente al respaldo popular y a la movilización ciudadana como vía para sacar adelante su agenda de gobierno.

Tensión institucional y clima polarizado

El acto del 1° de mayo evidenció una creciente tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo. Petro, en un tono desafiante, señaló que muchas de las reformas sociales que busca impulsar han sido frenadas por una élite política que desconoce las necesidades de la gente. En respuesta, llamó a las calles como un escenario legítimo para ejercer presión y cambiar el rumbo del país.

La bandera ondeada, cargada de simbolismo histórico y emocional, funcionó como catalizador de un mensaje más amplio: el país se encuentra en una encrucijada entre el cambio profundo o el mantenimiento de un modelo que, según el presidente, ha excluido por décadas a las mayorías.

Un llamado a la movilización

En un momento de profunda polarización, el mandatario apostó por un lenguaje directo y simbólico que conecta con sus bases más leales. Reiteró que no se trata de una guerra ni de una ruptura institucional, sino de una revolución democrática en la que el pueblo tiene la última palabra.

La jornada del 1° de mayo se convierte así en un hito político que marca el inicio de una nueva fase para el gobierno: la lucha abierta por las reformas desde la calle y a través de los mecanismos de participación directa. Con banderas, discursos y consultas, el presidente busca encender una nueva etapa de su mandato, en la que el pueblo, según su visión, es el principal protagonista del cambio.

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