Paloma Valencia denuncia abandono del campo: “El 82% de campesinos jamás recibió asistencia técnica”

La senadora Paloma Valencia encendió las alarmas sobre el abandono sistemático del campo colombiano, señalando con cifras contundentes cómo la falta de inversión, asistencia técnica, infraestructura básica y seguridad ha sumido a millones de campesinos en la pobreza y la informalidad. Su análisis evidencia una profunda crisis estructural que amenaza la sostenibilidad agrícola y el futuro rural del país.

Un campo improductivo y olvidado

El 23% de la población colombiana —alrededor de 4 millones de hogares rurales— habita en el campo, y de ellos, más del 30% son liderados por mujeres. Sin embargo, el 82% de los campesinos nunca ha recibido asistencia técnica del Estado, apenas el 0,05% introduce innovaciones agrícolas cada año, y solo el 30% del crédito agropecuario se dirige a inversión productiva. Con este ritmo, Colombia tardaría 92 años en alcanzar un millón de créditos agrarios, una cifra que retrata el estancamiento.

Las condiciones de vida en el campo son alarmantes:

  • El 37,7% de los hogares rurales no tiene acceso a acueducto.

  • El 80,1% carece de alcantarillado.

  • El 82,6% no tiene gas natural.

  • El 68% no dispone de recolección de basuras.

  • El 61% no tiene lavadora.

  • El 30% carece de nevera.

  • El 28% no tiene estufa eléctrica o a gas.

  • El 86% de los campesinos vive en la informalidad.

Crédito para pocos: Finagro bajo la lupa

Uno de los principales señalamientos de Valencia fue hacia Finagro, entidad estatal encargada de direccionar el crédito agropecuario. Entre 2010 y 2023, apenas el 16% de los créditos desembolsados fueron para pequeños productores, mientras que el 64% favoreció a grandes agroindustriales. Además, el 56% del financiamiento no se destinó a inversión sino a capital de trabajo, perpetuando la baja productividad.

La senadora enfatizó la necesidad de que el crédito agrícola respete los ciclos productivos de los cultivos:

  • El aguacate Hass requiere más de 7 años para dar frutos.

  • La manzana, cerca de 6 años.

  • El mango, unos 5 años.

  • La uva, alrededor de 3 años.

Sin embargo, la realidad actual es que los créditos exigen pagos antes de la primera cosecha, asfixiando a los pequeños productores. En 2023, el 87% de los créditos a largo plazo (más de 10 años) fueron otorgados a grandes productores.

Concentración y falta de diversificación

Otro problema señalado fue la concentración regional: el 50% del crédito agropecuario se concentra en cinco regiones: Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca, Cundinamarca y otras, marginando a las zonas más apartadas y rurales.

En cuanto a los cultivos, el 77% del suelo agrícola se dedica a uso pecuario, el 10% a bosques y apenas el 9% a uso agrícola efectivo. De las exportaciones agropecuarias, el 36% corresponde al café, seguido de animales, vegetales y frutas. Valencia insistió en la urgencia de diversificar la oferta agroexportadora, destacando logros como la entrada de Colombia al mercado europeo y estadounidense con el aguacate Hass y la apertura de mercados para licores artesanales campesinos gracias a su Ley Panelera.

El gran enemigo: la inseguridad

La situación de inseguridad en el campo también agrava la crisis productiva:

  • En 2024 se registraron 786 bloqueos y 42 atentados contra vías públicas.

  • Se reportaron 23.800 casos de extorsión y 305 secuestros.

  • Para 2026, Colombia podría enfrentar más de 25.000 hombres en armas ilegales.

Estas cifras no solo ponen en riesgo la vida de los campesinos, sino que destruyen la cadena de comercialización, encarecen los costos de producción y alejan la inversión privada.

Infraestructura deficiente y abandono estatal

Finalmente, Valencia alertó sobre el pésimo estado de las vías terciarias: de 206.708 kilómetros de red vial, 142.284 kilómetros son terciarios y solo el 33,5% está en buen estado. La falta de avance en proyectos 4G y 5G de infraestructura amenaza con mantener aisladas vastas regiones productivas del país.

El retiro de recursos para vías terciarias anunciado por el Gobierno de Petro sería, según Valencia, un golpe mortal a la competitividad rural.

¿hacia dónde va el campo colombiano?

La radiografía presentada por Paloma Valencia deja claro que sin inversión decidida, sin seguridad rural, sin asistencia técnica y sin reestructuración profunda de Finagro, el campo colombiano seguirá atrapado en un círculo de pobreza, violencia y estancamiento.

Además, plantea un desafío para las próximas elecciones presidenciales: el futuro del agro deberá ser un tema prioritario en cualquier programa serio de gobierno.

Valencia reafirmó su compromiso de hacer del campo una prioridad nacional en su proyecto presidencial para 2026, impulsando reformas profundas para garantizar crédito digno, infraestructura vial, seguridad rural y diversificación agrícola.

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