Una contundente acción de control aduanero sacudió el corazón comercial de Medellín y encendió las alarmas sobre el avance de redes multicrimen que ponen en riesgo la salud pública. En un operativo desarrollado en el barrio La Candelaria, la Policía Nacional logró la incautación de 10.795 cigarrillos electrónicos que eran comercializados de manera ilegal, además de 2.650 unidades de químicos peligrosos (veneno para ratas) sin documentación de ingreso legal al país.
La operación se posiciona como uno de los más fuertes golpes recientes contra el contrabando de productos sensibles para la salud en la ciudad, dejando al descubierto la magnitud del negocio ilegal, su capacidad logística y el impacto que podría estar generando en la población, especialmente en jóvenes.
El operativo: allanamiento estratégico en pleno centro de Medellín
En cumplimiento de la Política de Seguridad, Defensa y Convivencia Ciudadana, unidades especializadas de la Policía Fiscal y Aduanera adelantaron un operativo focalizado en el centro de la ciudad. Con apoyo de Policía Judicial y bajo coordinación interinstitucional, se ejecutó una diligencia de registro y allanamiento que permitió ingresar a un inmueble señalado como punto clave de acopio y comercialización.
La inspección reveló un voluminoso inventario de productos que evidenciaban una operación ilegal sostenida y organizada. Los hallazgos no solo confirmaron el delito aduanero, sino que también abrieron líneas de investigación orientadas a establecer rutas de ingreso, enlaces criminales y canales de distribución.
Cigarrillos electrónicos sin regulación: riesgo silencioso para miles de consumidores
En el lugar fueron halladas 10.795 unidades de cigarrillos electrónicos, valoradas en más de 671 millones de pesos, que incumplían normas esenciales relacionadas con:
Etiquetado y rotulado obligatorio
Información sanitaria al consumidor
Regulación sobre venta y publicidad
Control sobre origen y composición
Este detalle es clave: la irregularidad no solo es comercial, sino también sanitaria. Al no cumplir con estándares mínimos, los productos pueden contener sustancias no declaradas, mezclas de alto riesgo o niveles tóxicos fuera de control, exponiendo a los consumidores a consecuencias graves.
El operativo se enfoca además en frenar la expansión de vapeadores ilegales en entornos urbanos donde su consumo ha crecido con fuerza, especialmente en población juvenil, que muchas veces no conoce el origen de lo que compra ni sus efectos reales sobre el organismo.
Químicos peligrosos también fueron incautados
El hallazgo se amplió cuando en la misma diligencia fueron encontradas 2.650 unidades de químicos, catalogados como veneno para ratas, con un valor cercano a 46 millones de pesos. Estos productos carecían de:
Documentación de importación
Registro de procedencia
Soporte de legalidad aduanera
Su ingreso clandestino al mercado representa un riesgo adicional: este tipo de sustancias suelen ser altamente tóxicas, y cuando circulan sin controles, pueden terminar en hogares, bodegas o comercios sin condiciones seguras, generando peligro directo para niños, animales y población general.
Golpe directo a organización multicrimen
Este decomiso no es un caso aislado. Según las autoridades, el resultado fortalece investigaciones en curso contra una organización multicrimen dedicada al contrabando de mercancías sensibles. La magnitud del inventario encontrado sugiere una estructura con capacidad de:
Ingresar productos a gran escala
Almacenar y distribuir sin control
Evadir regulaciones sanitarias y aduaneras
Sostener una cadena ilegal de comercio en Medellín y posiblemente en otras ciudades
El operativo debilita sus finanzas, frena la llegada de más mercancía peligrosa al mercado y corta un eslabón clave de distribución en el centro de la ciudad, punto estratégico para la expansión de economías ilegales.
La salud pública, en el centro de la ofensiva
Más allá del resultado operativo, el mensaje institucional es claro: la prioridad es proteger la salud de los ciudadanos. El contrabando de vapeadores y químicos no solo daña la economía legal, sino que puede convertirse en una amenaza masiva cuando productos sin regulación se consumen o manipulan sin control.
Por eso, la Policía Fiscal y Aduanera reafirmó que continuará intensificando controles en zonas comerciales, bodegas y puntos de venta que estén bajo sospecha, reforzando el compromiso con la vida y la salud pública.
Llamado a la comunidad
Finalmente, las autoridades insistieron en que el papel ciudadano es indispensable para detectar este tipo de redes. Denunciar puntos de venta sospechosos, bodegas clandestinas o productos sin rotulación puede evitar daños irreparables.
La invitación es a reportar oportunamente cualquier irregularidad relacionada con la comercialización ilegal de mercancías, con total garantía de reserva, para seguir cerrando el paso al contrabando que amenaza a Medellín.