Golpe a las mafias del secuestro y la extorsión: 159 capturas deja la operación “Júpiter” en 13 regiones del país

Una ofensiva sin precedentes liderada por el GAULA de la Policía Nacional, en conjunto con las Fuerzas Militares y la Fiscalía General de la Nación, desmanteló 26 organizaciones criminales con presencia en nueve departamentos y cuatro capitales. La operación, denominada “Júpiter”, representa uno de los golpes más contundentes contra el crimen organizado en los últimos años en Colombia.

Bogotá D.C. — En una acción coordinada de alto impacto, la Policía Nacional, a través del GAULA, desplegó una ofensiva nacional que dejó un saldo de 159 personas capturadas, de las cuales 124 son señaladas por extorsión, 32 por secuestro y 3 por otros delitos conexos. Esta operación, que llevó el nombre de “Júpiter”, fue ejecutada de manera simultánea en varias regiones del país y significó un duro revés para grupos criminales conocidos por su historial de violencia, intimidación y control ilegal de territorios.

La ofensiva afectó gravemente las estructuras de 26 organizaciones multicrimen, incluyendo al Clan del Golfo, disidencias de las Farc, el ELN y bandas regionales como “Los Pachencas”, “Los Costeños”, “Los Juanitos”, “Los Pepes”, “Los Brujos”, “Los Finqueros”, entre otras. Estas agrupaciones venían operando con impunidad, sembrando el miedo a través del secuestro, la extorsión, el desplazamiento forzado y el asesinato selectivo.

Las acciones operativas se concentraron en Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín, así como en los departamentos de Huila, Tolima, Caldas, La Guajira, Cundinamarca, Bolívar, Antioquia, Meta y Cauca, regiones en las que estas bandas ejercían dominio territorial y económico. El despliegue policial permitió también la incautación de 16 armas de fuego, 4 granadas, 260 cartuchos, 14 motocicletas, 140 celulares y varios dispositivos logísticos utilizados para el control de sus operaciones ilegales.

Clan del Golfo: capturado alias “XL”, cabecilla de la subestructura “Francisco José Morelo Peñate”

Uno de los golpes más destacados fue el que se dio en San Juan del Cesar, Guajira, donde las autoridades capturaron a cuatro miembros clave del Clan del Golfo, entre ellos alias “XL”, considerado el segundo cabecilla de la subestructura “Francisco José Morelo Peñate”. Este individuo coordinaba una red de extorsión que operaba sobre propietarios de fincas, ganaderos, empresas constructoras y transportadores. Las exigencias económicas alcanzaban cifras de hasta 500 millones de pesos, bajo amenaza de ser declarados “objetivo militar”.

Junto a “XL” fueron capturados alias “El Negrito”, encargado del reclutamiento de nuevos integrantes; “Zambrano”, responsable de la recolección del dinero extorsivo; y “El Viejo”, un enlace logístico que facilitaba el movimiento de los criminales por la región mediante transporte informal. Durante el operativo se incautaron dos granadas, cargadores de fusil, munición y teléfonos celulares, herramientas fundamentales para el sostenimiento de su estructura criminal.

Antioquia: caída de extorsionistas de la subestructura “Edwin Román Velásquez Valle”

En otro frente de la operación, en Medellín y municipios como Bello, Rionegro, Cañasgordas y Segovia, fueron capturados 10 integrantes del Clan del Golfo, señalados de pertenecer a la subestructura “Edwin Román Velásquez Valle”. Las autoridades los acusan de delitos como concierto para delinquir agravado, extorsión, homicidio y tráfico de armas.

Estas personas extorsionaban sistemáticamente a mineros, comerciantes, ganaderos y agricultores, exigiendo entre 1 y 10 millones de pesos bajo amenazas armadas. Cuando las víctimas se negaban a pagar, eran forzadas a abandonar sus terrenos, que posteriormente eran tomados por los criminales. En otros casos, las víctimas eran obligadas a hacer trabajos gratuitos en las vías rurales como forma de “pago”.

Se estima que esta subestructura lograba recaudar hasta 100 millones de pesos mensuales, afectando directamente el desarrollo económico de la región y manteniendo en zozobra constante a la comunidad.

Un mensaje claro contra el crimen organizado

Con esta operación, la Policía Nacional y sus aliados institucionales ratifican su compromiso con el desmantelamiento de estructuras delictivas que se lucran del sufrimiento y la intimidación de los colombianos. La ofensiva “Júpiter” no solo representa un golpe estructural a las finanzas y operaciones del crimen organizado, sino que también envía un mensaje contundente: el Estado no permitirá que el miedo se imponga sobre la legalidad.

La campaña “¡Yo no pago, Yo denuncio!” sigue vigente como un llamado a la ciudadanía para romper el silencio, denunciar a los criminales y recuperar la tranquilidad en los territorios.

Dios y Patria.

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