Julián Eduardo Gómez Cifuentes, principal sospechoso del crimen, fue trasladado desde París a Bogotá y puesto a disposición de la justicia colombiana
Un complejo trabajo de cooperación internacional permitió que, tras más de un año y medio prófugo, Julián Eduardo Gómez Cifuentes, señalado como el presunto responsable del homicidio y desaparición forzada del sacerdote Darío Valencia Uribe, fuera finalmente extraditado desde Francia y capturado a su llegada al Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá.
La operación fue liderada por el GAULA de la Policía Nacional, en coordinación con INTERPOL, Migración Colombia y la Fiscalía General de la Nación, materializando uno de los casos de persecución transnacional más relevantes de los últimos años.
La desaparición del sacerdote: un encuentro que terminó en tragedia
El drama inició el 25 de abril de 2024, cuando se reportó la desaparición del padre Darío Valencia Uribe, párroco de la iglesia María Auxiliadora en Pereira. Ese día, el sacerdote salió en su vehículo para encontrarse con Julián Gómez, quien —según se había conocido— le entregaría dinero correspondiente a la venta de un automóvil.
Desde ese momento, no hubo más comunicación con el religioso.
Al día siguiente, su vehículo fue encontrado en un parqueadero de Viterbo, Caldas, con rastros de sangre y varios impactos de arma de fuego. La escena reveló de inmediato la gravedad del caso y activó un proceso investigativo urgente.
Huida y circular roja: la persecución internacional
Tres días después del hallazgo del vehículo, mientras avanzaban las pesquisas, Julián Eduardo Gómez Cifuentes huyó del país rumbo a Francia, tratando de evadir el cerco policial que ya lo señalaba como principal sospechoso.
El 29 de abril de 2024, la Fiscalía expidió orden de captura por desaparición forzada, y simultáneamente se solicitó a INTERPOL la emisión de una Circular Roja, herramienta clave para agilizar su búsqueda en el extranjero.
La alerta internacional surtió efecto rápidamente: el 30 de abril, el fugitivo fue detenido en París, abriendo el camino para un proceso de extradición que requeriría meses de coordinación judicial y diplomática.
Confesión en Francia y hallazgo del cuerpo
Una pieza determinante en el caso ocurrió cuando un fiscal especializado y un investigador del GAULA viajaron a Francia para avanzar en la indagación. Durante ese encuentro, Gómez Cifuentes confesó el homicidio y reveló la ubicación del cuerpo del sacerdote.
Gracias a esa información, el 20 de septiembre de 2024, los restos del padre Darío Valencia fueron hallados en zona rural de Belalcázar, Caldas, cerrando una dolorosa etapa para la comunidad religiosa y sirviendo como prueba decisiva dentro del proceso penal.
Extradición finalizada: regreso a Colombia para responder ante la justicia
Luego de una extensa labor de cooperación entre autoridades colombianas y francesas, el 20 de noviembre de 2025, Gómez Cifuentes fue extraditado y trasladado bajo custodia a Bogotá.
A su llegada al Aeropuerto El Dorado, la Policía Nacional hizo efectiva la orden de captura vigente, quedando el detenido a disposición de la Fiscalía General de la Nación para responder por los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada.
Un caso emblemático de articulación internacional
La Policía Nacional destacó que este resultado evidencia:
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La fortaleza investigativa del GAULA
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La efectividad de los mecanismos de cooperación internacional
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La decisión institucional de llevar ante la justicia a los responsables sin importar fronteras
El esclarecimiento del crimen del sacerdote Darío Valencia marca un precedente en la persecución global contra prófugos y reafirma el compromiso de Colombia con la verdad y la justicia.