Ciudad del Vaticano, abril de 2025 — La humanidad se prepara para decir adiós a una de las figuras más influyentes y queridas de los tiempos modernos. El Papa Francisco, quien falleció a los 88 años tras enfrentar complicaciones de salud en los últimos días, será despedido este sábado 26 de abril a las 10:00 de la mañana en un funeral solemne que se llevará a cabo en la emblemática Plaza de San Pedro, en el corazón del Vaticano.
La ceremonia, cargada de simbolismo, espiritualidad y profundo respeto, reunirá a líderes religiosos, jefes de Estado, representantes diplomáticos y millones de fieles de todo el mundo que seguirán el evento desde diversos rincones del planeta, ya sea de forma presencial o a través de las transmisiones en vivo.
Un pontífice que cambió el rostro de la Iglesia
El Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, será recordado como el primer Papa latinoamericano y el primero de la Compañía de Jesús en llegar al trono de Pedro. Su elección en marzo de 2013 marcó un giro en la historia del Vaticano: fue un líder que abogó por una Iglesia más cercana a los pobres, comprometida con el medio ambiente, abierta al diálogo interreligioso y profundamente humana.
Durante más de una década, su pontificado estuvo marcado por la sencillez, la empatía, y un constante llamado a la paz, la misericordia y la justicia social. Su legado dejó una huella imborrable no solo en la Iglesia Católica, sino también en la conciencia moral del mundo contemporáneo.
La ceremonia del último adiós
La liturgia del funeral será presidida por el cardenal decano del Colegio Cardenalicio, en una ceremonia sobria, tal como el propio Francisco lo había solicitado en vida. No se espera la ostentación de otros funerales papales, en consonancia con su estilo humilde y sencillo.
Miles de personas ya han comenzado a congregarse en Roma para rendirle homenaje. Se han dispuesto medidas especiales de seguridad, accesos controlados y zonas de asistencia para garantizar la participación segura de los fieles. La Plaza de San Pedro, decorada con flores blancas y doradas, se convertirá en el escenario de una despedida conmovedora que unirá al mundo en oración y recogimiento.
El lugar de su descanso eterno
Cumpliendo con sus deseos personales, el Papa Francisco no será sepultado en las criptas vaticanas, como dicta la tradición, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, una de las iglesias marianas más importantes de Roma, con la que tuvo un vínculo espiritual profundo desde el inicio de su pontificado.
Este gesto reafirma su voluntad de alejarse de las estructuras de poder y enfocarse en la devoción, el simbolismo mariano y la conexión con los fieles.
Un legado que trasciende generaciones
Francisco será recordado como un pastor que rompió esquemas, enfrentó desafíos internos y externos con valentía, y caminó al lado de los marginados y olvidados. Su encíclica sobre el medio ambiente, sus reformas en la curia romana, su acercamiento a otras religiones, y su incansable trabajo por la paz mundial, lo consolidaron como un líder moral y espiritual más allá del ámbito católico.
Su partida deja un vacío difícil de llenar, pero su ejemplo seguirá inspirando a millones de personas alrededor del mundo. El pueblo de Dios, que él tanto amó y defendió, lo despide con el corazón lleno de gratitud.