El precio del gas natural en Colombia ha experimentado un fuerte incremento a partir de febrero de 2025, lo que ha generado preocupación en diversos sectores de la economía, especialmente en la industria gastronómica. Con un aumento del 36% en la tarifa del servicio, los comerciantes y propietarios de restaurantes han anunciado que se verán obligados a subir los precios de los menús diarios, conocidos popularmente como ‘corrientazos’.
Este incremento se debe principalmente a la renovación de contratos de suministro con gas importado, que resulta más costoso, así como al transporte del recurso desde Cartagena hasta Bogotá y otras ciudades del país. La empresa Vanti, principal distribuidora de gas natural en Colombia, ha señalado que el alza responde a factores como el encarecimiento del gas en el mercado internacional y la necesidad de abastecer la creciente demanda con recursos importados.
Impacto en los restaurantes y pequeños comerciantes
El ‘corrientazo’, tradicionalmente considerado una opción accesible para millones de colombianos, ha sido uno de los productos más afectados por el alza en el precio del gas. Este menú, que suele incluir sopa, arroz, carne, plátano, ensalada y jugo, es un elemento esencial en la alimentación diaria de trabajadores y estudiantes, especialmente en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.
Alejandro Reyes, chef ejecutivo del Grupo La Kasta, explicó que el impacto del alza en el gas es significativo para los establecimientos gastronómicos. “En promedio, un restaurante paga entre $3.800.000 y $4.500.000 en servicio de gas. Con el aumento del 36%, estamos viendo un incremento importante en los costos operativos. Para poder compensarlo, debemos ajustar el precio de nuestros menús, lo que podría significar un alza entre el 7% y el 10%”, aseguró Reyes.
Varios dueños de restaurantes han manifestado su preocupación, ya que esta subida en los costos de producción se suma a los incrementos previos en los precios de los insumos básicos como la carne, el arroz y el aceite. “Si antes vendíamos el almuerzo en $15,000, ahora lo tendremos que vender en $18,000 o incluso $20,000 para poder cubrir los gastos”, comentó María Rodríguez, propietaria de un restaurante en Bogotá.
Además, algunos negocios más pequeños, como puestos de comida y fondas, han comenzado a buscar alternativas para reducir el impacto del alza, incluyendo el uso de leña o estufas eléctricas, aunque estas opciones no siempre son viables.
Respuesta del Gobierno y medidas en evaluación
Ante la creciente preocupación de la ciudadanía y los comerciantes, el Gobierno Nacional ha solicitado una investigación para determinar la justificación del incremento en la tarifa del gas y evaluar posibles soluciones que mitiguen su impacto en la economía de los colombianos.
El Ministro de Minas y Energía señaló que se encuentran analizando medidas para evitar que los sectores más vulnerables sean los más afectados. “Estamos en conversaciones con las empresas distribuidoras para explorar posibles subsidios o ajustes en la estructura tarifaria, de manera que el impacto en la población sea menor”, afirmó.
Por otro lado, diversas organizaciones de consumidores han solicitado a la Superintendencia de Servicios Públicos que revise las condiciones del alza, argumentando que un aumento tan significativo afecta directamente el poder adquisitivo de los hogares colombianos.
Panorama económico y previsiones
El alza en el precio del gas se produce en un contexto económico complejo para Colombia, donde la inflación ha mantenido una tendencia al alza en los últimos meses. Según datos oficiales, la inflación cerró el 2024 en un 5.2%, por encima de la meta establecida por el Banco de la República, lo que refleja el impacto de los aumentos en servicios públicos y alimentos en la economía del país.
Analistas advierten que este incremento en el costo del gas podría generar un efecto en cadena en otros sectores, elevando los costos de transporte y producción de bienes esenciales. Además, el incremento en los precios de los almuerzos diarios podría afectar la demanda, reduciendo la clientela en restaurantes y pequeños establecimientos de comida.
Mientras tanto, los ciudadanos han expresado su malestar a través de redes sociales, exigiendo soluciones por parte del Gobierno y medidas para regular los incrementos en los servicios públicos. Algunos han planteado la posibilidad de organizar protestas y movilizaciones para rechazar el alza en el gas y sus efectos en la economía familiar.
Conclusión
El aumento en el precio del gas natural ha generado preocupación en múltiples sectores, afectando especialmente a la industria gastronómica y a los consumidores que dependen de los ‘corrientazos’ como una alternativa económica de alimentación. Con el costo de estos menús en alza, muchos colombianos deberán reajustar sus presupuestos diarios para poder acceder a su alimentación habitual.
A medida que el Gobierno evalúa posibles medidas para mitigar el impacto de este incremento, la incertidumbre persiste entre los comerciantes y ciudadanos, quienes buscan alternativas para enfrentar este nuevo desafío económico en el país.