En un trágico incidente en la frontera entre Tijuana y Mexicali, Baja California, dos inmigrantes colombianos murieron y otros cinco resultaron heridos en medio de un violento enfrentamiento entre bandas criminales. Los colombianos, parte del flujo migratorio que cruza México con el objetivo de llegar a Estados Unidos, quedaron atrapados en un fuego cruzado en una de las zonas más peligrosas del país. Este tipo de incidentes se ha vuelto cada vez más común en esta región, donde la pugna por el control del tráfico de drogas y migrantes genera situaciones de alto riesgo.
Las autoridades mexicanas confirmaron que los heridos están recibiendo atención médica, mientras que los cuerpos de los fallecidos están en proceso de repatriación. Hasta el momento, se desconocen los detalles exactos de los grupos criminales involucrados, pero el gobierno de Baja California se ha comprometido a investigar los hechos para esclarecer las circunstancias y determinar responsabilidades. Este trágico suceso expone la creciente vulnerabilidad de los migrantes, quienes deben atravesar zonas controladas por organizaciones criminales, enfrentándose a riesgos que ponen en peligro su integridad física y su vida.
La comunidad colombiana en México y organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la inseguridad en las rutas migratorias y han pedido mayores medidas de protección para los migrantes en tránsito.