A partir del 31 de octubre, el Gobierno colombiano, a través del Ministerio de Minas y Energía, ha confirmado la implementación de un plan de racionamiento de gas natural que afectará principalmente a usuarios industriales y comerciales en varias zonas del país. Esta medida, confirmada mediante una resolución oficial, busca responder a la disminución en la producción de gas nacional, la cual ha tenido una notable reducción debido a condiciones técnicas y a la menor disponibilidad de infraestructura de transporte y producción de gas.
La situación ha llevado a que empresas de diversos sectores se preparen para recibir un suministro limitado o intermitente, lo que podría impactar su productividad y encarecer algunos productos en el mercado nacional. Aunque las autoridades han asegurado que el suministro de gas para los hogares residenciales no se verá comprometido en esta primera fase, algunas regiones, especialmente las más dependientes del gas natural para procesos industriales, como la zona Caribe y el Valle del Cauca, podrían enfrentar restricciones más significativas en las próximas semanas.
El plan incluye medidas para optimizar la utilización de los recursos energéticos disponibles y coordinar con los distribuidores un esquema de priorización de usuarios críticos. A pesar de estos esfuerzos, expertos advierten que el racionamiento podría tener efectos a largo plazo en la economía, incrementando los costos de producción en sectores clave como la industria manufacturera y de alimentos.
Además, la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) y el Ministerio han señalado la importancia de fortalecer la infraestructura de suministro de gas en el país. La industria ha recomendado acelerar la diversificación de fuentes energéticas y fomentar inversiones en proyectos de gas natural licuado (GNL) para reducir la dependencia de la producción nacional y asegurar una mayor estabilidad en el suministro energético del país.