Revelan posible motivo del brutal asesinato de niña de 9 años en Mosquera: crimen al frente de su hermana menor

Mosquera, Cundinamarca — 18 de septiembre de 2025. Un crimen ha conmocionado a la comunidad de Mosquera luego del asesinato de una niña de 9 años, perpetrado por su padrastro en condiciones especialmente atroces, frente a su hermana menor. Autoridades locales han dado nuevos detalles sobre lo que podría haber motivado este horror, aunque enfatizan que la investigación aún está en curso.


🔎 Lo que se sabe hasta ahora

  • La víctima era una niña de 9 años, residente en el barrio El Recodo de Mosquera. Su padrastro, de aproximadamente 33 años, atacó a la menor con un arma blanca provocándole múltiples heridas, que le costaron la vida. El agresor es expareja sentimental de la madre de la niña. Semana+2El Tiempo+2

  • Durante el ataque, la hermana menor de la víctima presenció todo, lo que añade una dimensión dolorosa y traumática al suceso. infobae+1

  • No apenas terminó de agredir a la niña, el sujeto intentó suicidarse con la misma arma, infligiéndose múltiples heridas. Fue hospitalizado luego, pues sobrevivió al intento. Semana+1


⚠️ El supuesto motivo

  • De acuerdo con declaraciones del Secretario de Seguridad de Mosquera, Diego Piza, la hipótesis que más cobra fuerza en la investigación es un conflicto pasional entre el agresor y la madre de las niñas. Se dice que la relación había terminado hace aproximadamente un mes y que persistían tensiones. El Tiempo+2infobae+2

  • La madre, por su parte, ha señalado que vivía bajo amenazas constantes con su expareja, quien le habría manifestado que si no estaba con él, “no estaría con nadie”. También dijo que pese al maltrato o violencia psicológica, no se había ido de la vivienda porque él aducía no tener a dónde ir. infobae


🏚️ Detalles adicionales del caso

  • Se conoció que el agresor aseguraba algunas puertas con alambres, lo cual podría indicar una intención de controlar movimientos dentro de la vivienda o impedir que los demás salieran. El Tiempo+1

  • La madre cuenta que ese día hubo una discusión entre ella y su expareja, y salió a buscar ayuda policial. Fue en ese momento, ya sola con las niñas, cuando ocurrió la agresión. infobae+1


🔍 Reflexiones y lo que exige este caso

  1. Violencia intrafamiliar: amenaza continua
    Este caso ilustra lo peligroso que puede ser cuando las amenazas y comportamientos de control no son atendidos con urgencia. Las señales estaban presentes, y la convivencia con un agresor activo refleja una falla tanto personal como institucional.

  2. Protección a menores: obligaciones claras
    Que una niña pequeña muera y otra presencie el crimen demanda no solo justicia penal, sino medidas fuertes de protección, acompañamiento psicológico y un sistema que detecte y actúe preventivamente frente al maltrato.

  3. Justicia real y transparencia
    La comunidad exige saber cómo avanza la investigación, garantizando que no haya impunidad. ¿Se va a imputar con rigor al agresor? ¿Qué sanciones se considerarán? ¿Cómo se protegerá a la otra menor afectada?

  4. Conciencia social sobre la maternidad y la violencia
    Permitir que madres vivan bajo amenaza constante no es un acto de solidaridad: muchas veces, la presión social, económica y cultural las mantienen en situaciones vulnerables. Hay que animar políticas de apoyo real para que puedan salir de esas relaciones tóxicas sin poner en riesgo su vida ni la de sus hijos.


📝 Conclusión

El asesinato de esta niña de 9 años en Mosquera no es solo otro caso más de violencia intrafamiliar. Es una tragedia que combina asesinato, sufrimiento familiar, testigos inocentes, amenazas previas y un desenlace desgarrador. Cuando hablamos de conflictos pasionales, de convivencia con agresores, no hablamos de problemas aislados; hablamos de vidas que se están destruyendo en silencio.

Que la justicia actúe pronto con claridad, con rigor, con humanidad. Que la memoria de esta niña inspire cambios reales: en leyes, en protección familiar, en redes de soporte, en que nadie tenga que sufrir amenazas ni vivir con miedo. Que su nombre no se borre con el olvido, sino que se alce como exigencia de dignidad para todos los menores.

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