Middlesbrough, Inglaterra – 21 de agosto de 2025
Lo que debía ser el último adiós a un hijo se convirtió en una noche desgarradora para una familia británica. Durante el funeral de David Beilicki, su padre, Norman White, de 61 años, sufrió un repentino colapso mientras trasladaban el féretro hacia la capilla. Fue auxiliado de inmediato y trasladado en ambulancia, pero falleció pocas horas después.
Un dolor que no encuentra consuelo
Norman, sin antecedentes cardíacos previos conocidos, presuntamente sufrió lo que muchos llamaron un “ataque al corazón por el dolor”, un fenómeno emocional que lo venció en un momento profundamente sensible. Su hija Chantelle relató:
“Ha sido tan traumático. Jamás pensarías algo así. Creo que murió por el corazón roto; ver a toda la familia reunida fue demasiado para él”.
Otro golpe en medio del duelo
Su hijo David, de 41 años, había sido encontrado muerto el 31 de julio en la casa de un familiar tras una prolongada lucha contra las adicciones. El funeral, celebrado en la capilla de St. Bede del Crematorio de Teesside, se convirtió en un doble luto: primero la pérdida del hermano, luego la devastadora partida del padre.
La familia, consternada, se replegó en un dolor abrumador. Chantelle, que acompañó a su padre en la ambulancia mientras él luchaba por su vida, tuvo que enfrentar una despedida aún más desgarradora.
Un adiós que jamás imaginó
Norman era figura emblemática en su comunidad: padre de siete hijos, ex entrenador de boxeo y admirado por su gran corazón. Con su pérdida, la familia enfrenta el dolor irreparable de despedir en un solo día a dos seres irremplazables.