Bogotá, 19 de septiembre de 2025 — Las primeras dos sentencias leídas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) han encendido un debate político y social de gran intensidad en Colombia. No solo por el veredicto judicial, sino por el dolor, la indignación y las expectativas que generan entre víctimas, sectores políticos y la sociedad en general.
⚖️ Qué sentenció la JEP
Dos fallos restaurativos que condenan a excabecillas de las FARC por delitos como secuestro, crímenes de guerra, lesa humanidad. En particular, la primera sentencia reconoció responsabilidad del antiguo Secretariado de las FARC por secuestros masivos (más de 21.000 personas), así como otras violaciones graves: tortura, violencia sexual, malos tratos, privación de condiciones básicas.
Las sanciones no implican prisión para los implicados: son medidas restaurativas que incluyen restricciones a la movilidad, participación en proyectos de memoria, reparación simbólica, desminado y búsqueda de personas desaparecidas.
Se aplicaron las penas máximas que la JEP permite en casos de reconocimiento voluntario, ante los cuales los responsables aportaron verdad.
🌀 Reacciones políticas y sociales
Víctimas: muchas expresan frustración y decepción. Argumentan que las sanciones restaurativas, bajo estas condiciones, no compensan el sufrimiento, las pérdidas materiales y emocionales, ni la reparación efectiva. Algunos sienten que la justicia fue suave si se compara con la magnitud del daño.
Sectores de oposición: partidos y líderes han criticado fuertemente los fallos. Señalan que los acuerdos de paz pactados en La Habana exigían rigor y que esta primera lectura deja la sensación de impunidad para quienes perpetraron delitos atroces.
Defensores de los acuerdos: expresidentes como Juan Manuel Santos recuerdan que lo que hoy juzga la JEP fue negociado, aceptado y pactado como parte de la salida al conflicto armado. Sostienen que respetar lo acordado es esencial para la paz, aunque reconocen la tensión que implican estos fallos para quienes creen que debió haberse condenado diferente.
⚠ Tensiones centrales del debate
Justicia restaurativa vs. justicia punitiva
Las medidas restaurativas buscan reparar, sanar, reconstruir tejido social. Pero no todos coinciden en que sean suficientes cuando se han cometido crímenes tan graves. Muchos esperaban sanciones que incluyeran privación de libertad para los máximos responsables, pero eso no ocurrió.Credibilidad institucional
Cuando las penas restaurativas se anuncian como máxima sanción posible, se pone en juego la percepción de que la justicia satisface expectativas. Una parte de la ciudadanía siente que hubo promesas no cumplidas o que la gravedad del delito merece más.Capacidad de cumplimiento y garantía de verdad
Para que la reparación restaurativa tenga sentido, se necesitan recursos, voluntad política, garantías de seguridad en los territorios, claridad sobre quién financia los proyectos de memoria, seguimiento de los desaparecidos, desminado, etc. Hay incertidumbre sobre si esas condiciones están garantizadas, especialmente en medio de crisis fiscal.Derecho a la reparación real
Muchos afectados consideran que la reparación simbólica, los actos de memoria o los proyectos de reparación ambiental no bastan si no incluyen compensaciones tangibles, acceso a servicios, vivienda, atención psicológica, apoyo económico, etc.
✅ Reconocimiento y avance
Pese a las críticas, hay consenso en que la declaración de responsabilidad por secuestro y delitos de lesa humanidad rompe un silencio importante: es la primera vez que la cúpula guerrillera reconoce frente a un tribunal su corresponsabilidad judicial en estos crímenes.
La justicia transicional da un paso histórico: no solo negar lo ocurrido, sino documentar oficialmente lo que pasó, sentenciar y exigir que haya obligaciones de reparación.
🔮 Lo que podría venir
Que nuevas sentencias de la JEP profundicen o modifiquen decisiones similares, haciendo más claras las sanciones, mejor vigiladas y con recursos asignados efectivamente.
Posible reforma o discusión legislativa sobre las penas y la capacidad de restricción de libertad en casos graves, si los ciudadanos y las víctimas presionan lo suficiente.
Debate sobre el rol del Estado en garantizar que los procesos restaurativos tengan resultados visibles: mejor infraestructura, recursos, participación comunitaria, cumplimiento en los territorios.
🌟 Reflexión final
La tormenta que desatan estas primeras sentencias de la JEP revela que la paz es más que un acuerdo firmado: es memoria, justicia, reparación, verdad y reconocimiento del dolor. Quienes creyeron que la paz sería fácil, quizá no estaban preparados para escuchar el clamor de quienes perdieron tanto.
La justicia transicional exige equilibrio: entre dar voz a las víctimas, reconocer la responsabilidad, pero también construir un camino donde la reparación no se quede en palabras. Hoy, Colombia está en ese punto decisivo. Avanzar exige valentía, institucionalidad, pero sobre todo compromiso con la dignidad de quienes sufrieron.