Durante años, los titulares sobre ciberataques han narrado escándalos contra grandes corporaciones, instituciones estatales o empresas tecnológicas de alta visibilidad. Pero en el trasfondo de ese ruido mediático se mueve una realidad más grave: las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) están siendo el blanco preferido de los grupos delictivos digitales.
Un reciente informe nacional reveló que en Colombia, más de 35.000 intentos de ransomware han sido bloqueados en los últimos 12 meses, mientras las estadísticas globales muestran que los ataques no solo tienen rostro de gran empresa: las tiendas locales, consultorios, despachos, ONG, talleres y negocios emergentes están bajo fuego constante. (Datos basados en el artículo de El Espectador) ELESPECTADOR.COM
En este reportaje, exploramos por qué las PYMEs están en mayor riesgo, cómo funcionan los ataques, qué consecuencias enfrentan y qué pueden hacer para defenderse.
¿Qué es el ransomware y por qué ataca con tanto éxito?
El ransomware es un tipo de ataque informático que consiste en cifrar datos críticos de una organización (documentos, bases de datos, archivos operativos) o incluso sistemas completos, y luego exigir un rescate —usualmente en criptomonedas— para desbloquearlos o para no filtrarlos.
Lo que ha evolucionado: los atacantes ahora combinan doble extorsión (cifrar y amenazar con divulgar información filtrada) y tácticas cada vez más automatizadas.
Este tipo de ataque se ha sofisticado con modelos como Ransomware as a Service (RaaS), que permite que actores con poca experiencia compren “kits de ataque” o contraten ransomware listo para ejecutar.
¿Por qué las PYMEs resultan más vulnerables?
Varias razones convergen para que las empresas pequeñas sean objetivos más fáciles:
Factor | Descripción |
---|---|
Menor presupuesto en ciberseguridad | No suelen invertir lo suficiente en defensas avanzadas —firewalls robustos, detección de intrusos ni capacidades 24/7—, pues muchas veces lo ven como un costo extra. |
Escasa preparación técnica interna | Pocas cuentan con equipos dedicados a seguridad informática, auditorías internas o profesionales especializados. |
Falta de cultura de prevención | Empleados no entrenados, políticas de contraseñas débiles, uso de software obsoleto o sin parches son rutas comunes de entrada para los atacantes. |
Valor “suficiente” para los delincuentes | No se necesita apuntar a empresas gigantes para obtener ganancias: muchas PYMEs tienen datos sensibles, contratos, listas de clientes o ingresos que justifican el rescate. |
Menor visibilidad tras el ataque | Muchas pequeñas empresas no reportan o esconden el ataque para no deteriorar su reputación, lo que hace que el sector cifrado siga siendo opaco. |
Según datos citados en el artículo:
En las grandes organizaciones, el ransomware representaría el 39 % de las violaciones de datos reportadas.
En cambio, en las PYMEs ese porcentaje se elevaría hasta 88 %, que indica que la mayoría de sus incidentes cibernéticos están ligados a este tipo de ataque. ELESPECTADOR.COM
Las tácticas que usan los atacantes contra PYMEs
Algunas estrategias comunes en el modus operandi contra empresas pequeñas:
Phishing dirigido: correos que simulan comunicaciones legítimas de proveedores, bancos o entidades con datos contextualizados para engañar.
Exploits y vulnerabilidades conocidas: aprovechar faltas de actualización de software o uso de versiones antiguas con fallas conocidas.
Movimiento lateral interno: una vez ingresan, se extienden dentro de la red hasta alcanzar servidores críticos.
Doble extorsión: cifrar los datos y amenazar con filtrar información sensible si no se paga, presionando ante el riesgo reputacional.
Amenazas escalonadas: una vez tienen acceso, escalan requerimientos de rescate si la víctima no cede, o activan ataques colaterales (DDoS, divulgación parcial, etc.).
Impactos potenciales para las PYMEs
El daño que causa un ataque de ransomware puede ser devastador para una empresa de menor escala:
Interrupción operativa total: sin acceso a sistemas esenciales, muchas empresas se ven forzadas a suspender actividades.
Pérdidas económicas directas: rescates, pagos de expertos forenses, restauración de sistemas, multas potenciales por protección de datos.
Impacto reputacional: clientes, socios o proveedores pueden perder confianza al enterarse del ataque.
Pérdida definitiva de datos: si no hay buenas copias de seguridad y el atacante decide no liberar los archivos.
Riesgo de cierre: muchas PYMEs, al no poder soportar el golpe financiero y operativo, terminan cerrando o entrando en crisis.
En algunos estudios internacionales se ha observado que una fracción significativa de pequeñas empresas atacadas no sobrevive al impacto si no puede recuperarse rápidamente.
¿Cómo proteger una PYME del ransomware?
Aunque el riesgo es alto, hay estrategias esenciales para reducir la vulnerabilidad:
Gestión de parches y actualizaciones constantes: mantener sistemas operativos, software y firmware actualizados para cerrar agujeros de seguridad.
Implementar políticas de menor privilegio (Least Privilege): que cada usuario o sistema tenga el mínimo acceso necesario para hacer su trabajo.
Autenticación multifactor (MFA / 2FA) en accesos críticos e infraestructura.
Copias de seguridad frecuentes y aisladas: respaldos externos, “air-gap”, pruebas de restauración periódicas.
Monitorización y detección: contar con herramientas (SIEM, EDR) que identifiquen movimientos anómalos o comportamientos sospechosos.
Plan de respuesta ante incidentes: tener protocolos claros, roles asignados, contactos externos y simulacros para reaccionar rápido.
Formación continua del personal: entrenar sobre phishing, desconfianza de enlaces, validación de remitentes y cultura de seguridad.
Seguros y servicios de ciberseguridad gestionada: para distribuir el riesgo, contar con respaldo profesional y soporte externo.