En 2023, Colombia concentró aproximadamente 253.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca, lo que representa más del 67 % de las plantaciones ilícitas en todo el mundo. Esta cifra posiciona al país como el mayor productor global de coca, superando ampliamente a sus vecinos Perú y Bolivia.
📈 Crecimiento impresionante y condiciones cambiantes
El total cultivado aumentó un 9 % respecto al año anterior, reflejando además una significativa mejora en la productividad por hectárea, que ha duplicado su rendimiento.
Como resultado, la producción estimada de cocaína creció un 53 %, alcanzando cerca de 2.600 toneladas anuales.
Globalmente, la coordinación internacional logró récords en incautaciones, llegando a más de 2.200 toneladas de cocaína decomisada, aunque esto no ha bastado para frenar el crecimiento de la oferta.
🌍 Contexto y distribución geográfica
Las zonas más afectadas son principalmente del suroccidente de Colombia, territorios en disputa bajo control de disidencias armadas y bandas emergentes.
La distribución geográfica muestra que Colombia genera los principales flujos de cocaína hacia los mercados de América del Norte, Europa y, cada vez más, África y Asia.
📊 Implicaciones estructurales y geopolíticas
Aspecto | Detalle |
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Seguridad | El control del narcotráfico por grupos armados fortalece la violencia rural y facilita la expansión de cultivos. |
Economía ilícita | La coca representa una alternativa económica por su rentabilidad, lo que presenta un reto para programas de sustitución. |
Entorno internacional | La certificación antidrogas de EE. UU. está en juego y podría afectar la financiación y cooperación internacional. |
Política antidrogas | Surgen llamados a revisar la estrategia predominante —erradicación e interdicción— a favor de enfoques centrados en salud pública, regulación y reducción de daños. |
🔍 ¿Qué está en discusión?
Certificación ante EE. UU.: Colombia arriesga su apoyo económico exterior si no controla este crecimiento.
Estrategias alternativas: Expertos proponen reducir daños en lugar de desarticular plantaciones, defendiendo modelos con empatía hacia los campesinos.
Desafíos ambientales: La deforestación y los agroquímicos usados en zonas protegidas amplifican el impacto ecológico y social.
🧭 Conclusión
Colombia vive un momento crítico: lidera la expansión mundial de los cultivos ilícitos y enfrenta el reto de diseñar una política eficaz que combine sostenibilidad, protección social y presión internacional. El futuro del país dependerá de cómo ajuste su estrategia legal y de desarrollo, y si logra equilibrar la justicia, la paz y la economía rural.