Buenaventura — 19 de septiembre de 2025
La Policía Nacional detuvo en flagrancia a Rudy Lugo, alias “Fily”, de 31 años, presunto líder del Grupo Delincuencial Organizado “Los Espartanos”. Él es investigado por presunta tortura agravada a su hijastro de naranja, quien tenía 7 años, en un hecho ocurrido en agosto de 2023.
🧷 Datos del caso
Víctima: Un niño de 7 años, hijastro de alias Fily.
Hecho denunciado: El menor habría sido torturado brutalmente por alias Fily, quien lo habría agredido física y psicológicamente.
Motivo aparente: Hay indicios de que la agresión tenía una motivación de venganza o retaliación entre bandas criminales. El niño fue identificado como “chotica” por el agresor, expresión que alude a la banda rival “Los Chotas”.
Relaciones familiares: La madre del menor había estado vinculada con un miembro de “Los Chotas”, y después inició relación con alias Fily.
⚖ Antecedentes judiciales y detalle de la captura
Alias Fily tenía al momento de su detención nueve anotaciones judiciales, por delitos como tortura agravada, hurto calificado y agravado, porte ilegal de armas, violencia intrafamiliar, entre otros. Caracol Radio
En la captura se le incautó una pistola calibre 9 milímetros, un proveedor de arma y seis cartuchos. Caracol Radio
La autoridad policial localizó evidencias suficientes para imputar cargos por tortura agravada contra el niño, así como otros delitos asociados al uso de armamento ilegal. Caracol Radio
🛡 Reacciones oficiales
El coronel Gustavo Chaparro, comandante del Departamento de Policía Valle del Cauca, señaló que la operación demuestra “la contundencia de la Policía Nacional frente a los delitos que atentan contra la vida y la integridad de nuestros niños, niñas y adolescentes.” Caracol Radio
Se anunció que alias Fily será procesado no solo por tortura agravada, sino también por porte ilegal de armas de fuego y otros delitos complementarios. Caracol Radio
⚠️ Reflexión
Este caso deja al descubierto varias urgencias que no deben postergarse:
Protección de la infancia: Un niño de 7 años sufrió torturas, lo que exige protocolos reales de seguimiento, protección activa e intervención oportuna. No basta con la reacción policial tras el hecho; es indispensable prevención.
La justicia contra la violencia intergrupal: La imputación del delito con trasfondo de rivalidades entre bandas también revela cómo los niños quedan atrapados en las dinámicas delictivas, ya sea por parentesco, lealtades familiares o venganzas.
El deber institucional de acompañamiento: Más allá de la captura, se necesita que existan mecanismos de atención integral para la víctima: atención médica, psicológica, protección y reparación.
Mensaje claro de no tolerancia: Que los responsables, incluso quienes pertenecen a estructuras criminales, enfrenten sanciones ejemplares y judicialización transparente.