Bogotá D.C. – La Policía Nacional, a través de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN), en coordinación con la Fiscalía General de la Nación y el apoyo de la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos, logró la captura de ocho presuntos integrantes de una red de tráfico de migrantes en el departamento de Antioquia.
Entre los capturados se encuentra el cabecilla de la organización criminal, Cristian Camilo Rivera Pérez, a quien se le incautaron dos armas de fuego al momento de su detención. La operación se llevó a cabo mediante tres diligencias de registro y allanamiento en los municipios de Envigado y Bello, además de procedimientos en vía pública.
Esta organización criminal transnacional se dedicaba al tráfico de migrantes provenientes de países como Cuba, Haití, China, Somalia, Nigeria, Angola, Pakistán, India y Bangladesh. Los migrantes ingresaban a Colombia por la frontera con Ecuador y eran transportados vía terrestre desde Ipiales (Nariño) hasta Necoclí (Antioquia), desde donde continuaban su viaje hacia Panamá, con la intención de llegar finalmente a los Estados Unidos.
La investigación reveló que los migrantes eran movilizados en buses de servicio público y automóviles particulares en la ruta que va de Cali a Necoclí, pasando por Cartago, La Virginia, Pereira y Medellín. Desde Necoclí, los migrantes eran transportados vía fluvial a Acandí y Capurganá en el departamento del Chocó, para luego continuar su trayecto hacia Norteamérica.
La red criminal ofrecía dos rutas principales: la Ruta 1, que consistía en el traslado de migrantes en vehículos particulares desde Nariño hasta Necoclí por 320 dólares por persona, y la Ruta 2, diseñada para ciudadanos chinos, que incluía transporte desde Tulcán (Ecuador) hasta Bogotá, y luego a San Andrés y Nicaragua por 3,000 dólares por persona.
La organización hospedaba a los migrantes en ciudades como Cali, Cartago, Medellín y Necoclí en hoteles de confianza, cambiando constantemente de números telefónicos y utilizando aplicaciones de mensajería instantánea para evitar ser descubiertos por las autoridades.
Cristian Camilo Rivera Pérez, cabecilla de la organización, comenzó sus actividades delictivas hace tres años trabajando como taxista en Medellín. Desde entonces, pasó de vivir en arriendo en una de las comunas más vulnerables de la ciudad, a llevar un estilo de vida ostentoso en Sabaneta, donde adquirió una casa por más de 600 millones de pesos. A pesar de no tener bienes a su nombre, se detectó la compra de varios vehículos y una camioneta de alta gama, registrados a nombre de terceros. Actualmente, estaba negociando la adquisición de una finca por más de 2,000 millones de pesos con dinero del tráfico de migrantes.
Los capturados fueron presentados ante un juez de control de garantías y la Fiscalía General de la Nación les imputó cargos por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de migrantes.
Esta noticia resalta el éxito de las autoridades en desarticular una red de tráfico de migrantes y subraya la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen transnacional.