Golpe Contundente al Crimen Organizado Desmantelada célula extorsiva del Bloque “Comandante Jorge Suárez Briceño”

Capturados su cabecilla financiera y principales dinamizadores de extorsión en Huila y Caquetá

Bogotá D.C. En una operación de alta complejidad y precisión, el GAULA Élite de la Policía Nacional, en coordinación con la Seccional de Inteligencia Policial (SIPOL), unidades del Ejército Nacional y la Fiscalía General de la Nación, asestó un golpe decisivo contra la estructura criminal “Rodrigo Cadete”, perteneciente al Bloque “Comandante Jorge Suárez Briceño”, una de las redes multicrimen con mayor incidencia en el sur del país.

La operación, denominada “Cadete”, se desarrolló simultáneamente en los departamentos del Huila y Caquetá, y permitió la captura por orden judicial de cuatro de sus integrantes más relevantes:

  • Alias “La Doctora” o “La Chiqui”, principal cabecilla financiera y política del componente extorsivo.

  • Alias “El Gallero”

  • Alias “La Cantinera”

  • Alias “Juan” o “El Guardián”

Todos deberán responder ante las autoridades por los delitos de concierto para delinquir agravado y extorsión agravada, y se encuentran vinculados directamente a acciones criminales que durante años afectaron la seguridad y la economía de múltiples municipios.


Una estructura criminal con mando, roles y poder territorial

Las investigaciones permitieron establecer que alias “La Doctora” ejercía el control financiero y operativo de la estructura, consolidándose como pieza clave en la reorganización del frente “Rodrigo Cadete” tras la muerte de alias “Alex” o “Tornillo”, quien fue neutralizado por la Fuerza Pública en abril de 2025.

La indiciada, además, sería la actual pareja de alias “Darwin Núñez” o “Fabián”, segundo cabecilla del frente y uno de los principales articuladores del accionar delincuencial en la región. Su misión consistía en:

  • Coordinar el cobro de extorsiones masivas.

  • Ordenar intimidaciones mediante panfletos.

  • Autorizar reclutamiento forzado de menores.

  • Supervisar exigencias económicas a campesinos, arroceros, transportadores y comerciantes.

  • Impulsar acciones de hostigamiento contra la Fuerza Pública.

El componente criminal operaba principalmente en los municipios de Gigante, Garzón, Acevedo, Suaza, Altamira, El Agrado, Guadalupe y Pitalito, en Huila, además de zonas limítrofes de Caquetá, donde mantenían corredores delictivos para el recaudo de dinero y la intimidación comunitaria.


Modus operandi y afectación directa a la economía regional

Alias “El Gallero”, “La Cantinera” y “El Guardián” eran los encargados de ejecutar las extorsiones de manera directa. Su labor incluía:

  • Identificar y perfilar víctimas.

  • Elaborar y distribuir panfletos alusivos a las disidencias de las FARC.

  • Realizar llamadas y visitas intimidatorias.

  • Exigir sumas entre 5 y 40 millones de pesos a ganaderos, comerciantes y agricultores.

  • Desarrollar acciones criminales como homicidios selectivos, desplazamientos forzados, amenazas y cobros extorsivos reiterativos.

La organización criminal tenía la capacidad de recaudar cuantiosos recursos mensuales, afectando significativamente la economía local y generando temor en las comunidades rurales y urbanas.


Impacto estratégico del operativo

La operación “Cadete” representa un golpe directo al corazón operativo y financiero del Bloque “Comandante Jorge Suárez Briceño”, debilitando su capacidad para:

  • Extorsionar a la población civil.

  • Sostener redes de reclutamiento y expansión territorial.

  • Financiar acciones de violencia contra la Fuerza Pública.

  • Mantener control e intimidación sobre corredores agropecuarios clave.

Con la captura de estos cuatro integrantes se fractura la estructura que sostenía la presión extorsiva en amplias zonas de Huila y Caquetá, reduciendo su influencia y debilitando su logística criminal.


Compromiso institucional

La Policía Nacional reiteró su firme compromiso con la defensa de la vida, la libertad y la tranquilidad de los colombianos, destacando que el éxito de esta operación se logró gracias a la articulación interinstitucional, el trabajo de inteligencia y la denuncia ciudadana.

La institución recuerda a la ciudadanía que cualquier hecho relacionado con extorsión o secuestro debe ser reportado de manera inmediata a la línea 165:

¡Yo no pago, yo denuncio!

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