Firma pública, juego político y estrategia: así marchan los precandidatos presidenciales que van por firmas en Colombia

La carrera presidencial para el 2026 ya no se limita a los partidos tradicionales. Varios aspirantes han decidido apostarle a un camino más independiente: recolectar firmas para inscribirse como candidatos respaldados por ciudadanos, desligados de estructuras partidistas. Entre ellos, nombres familiares en la política, periodistas, exfuncionarios y figuras de medios. En esta nota examinamos quiénes son, cómo avanzan y qué representa esta estrategia en el tablero electoral.


¿Por qué ir por firmas?

Este mecanismo permite que figuras externas a los partidos compitan en elecciones presidenciales si logran reunir un número mínimo de apoyos ciudadanos.
Las motivaciones tras esta jugada son varias:

  • Evitar las disputas internas, burocráticas o los vetos partidistas.

  • Presentar un perfil “ciudadano” o “independiente” que conecte con electores descontentos con la política tradicional.

  • Sumar legitimidad propia frente a las bases partidistas, obligando a las estructuras a reconocer su empuje.

  • Abrir un margen para lanzar agenda propia sin depender de coaliciones rígidas desde el inicio.

Con esa lógica, varias figuras han iniciado la recolección de firmas, y la competencia entre ellas ya es una batalla en terreno neutral.

Principales precandidatos por firmas y sus progresos

Abelardo de la Espriella

Abogado de perfil polémico, De la Espriella ha marcado presencia mediática y un estilo combativo. Ha sido uno de los más visibles en esta ruta por firmas, perfilando su oferta como una alternativa dura frente a la corrupción, el clientelismo y lo que denomina “política tradicional traicionera”. Su apuesta es clara: polarización con propuestas de ley y orden.

Vicky Dávila

La periodista ha dado el salto del micrófono al terreno político activo. Su candidatura se construye alrededor del discurso contra el poder mediático corrupto, la recuperación moral del Estado y la defensa de libertades. Va por firmas con la bandera del ciudadano que exige transparencia y rendición de cuentas.

Claudia López

La exalcaldesa de Bogotá ya es una figura conocida. Su fórmula por firmas propone dotarse de autonomía frente a los partidos con los que antes se identificó. En su mensaje, busca destacar su experiencia administrativa y su perfil ambiental, progresista y centrado en equidad.

David Luna

Exministro y congresista, Luna combina un perfil institucional con discurso moderno. Su ruta de firmas pareciera buscar hacer el puente con electores urbanos y jóvenes que valoran gobernabilidad, tecnología y conectividad, además de temas tradicionales como empleo y salud.


Retos estratégicos y operativos

1. Logística de firmas

Recolectar las firmas exigidas implica desplegar equipos en todo el territorio nacional, con presencia física, puntos de recolección y revisión constante de formatos válidos. Un reto logístico enorme para quienes no tienen estructura partidaria tradicional.

2. Verificación y control del CNE

Las firmas deben ser aprobadas por el CNE —riqueza normativa que invalida aquellas con errores, duplicados, o inconsistencias. Eso convierte la recolección en una carrera contra la depuración, no solo contra el tiempo.

3. Financiamiento oculto vs legalidad

La logística exige recursos: pagos, transporte, incentivos. Mantener transparencia y no depender de dineros oscuros es difícil sin respaldo institucional. Los precandidatos por firmas suelen estar bajo lupa.

4. Difusión mediática

Sin partido que le dé estructura mediática, los aspirantes deben generar atención por medios propios: redes, prensa, debates, apariciones públicas masivas. Esa visibilidad puede marcar la diferencia en la captación de apoyos.

5. Reforma electoral y equilibrios ideológicos

Este modelo compite con los partidos fuertes. Los aspirantes deberán enfrentar la barrera de que muchos electores siguen afiliados o fieles a estructuras partidarias. Además, el reparto ideológico (izquierda, centro, derecha) les exigirá definiciones claras que los posicionen en el mapa electoral.


Qué revela este fenómeno para la política colombiana

  • Crisis partidaria: la vía por firmas refleja el desencanto con los partidos tradicionales como motores principales de candidaturas.

  • Auge ciudadano: abrir caminos desde abajo puede movilizar electores descontentos con la vieja política.

  • Competencia más plural: si varios aspirantes prosperan por firmas, el panorama electoral se vuelve más fragmentado, incluso impredecible.

  • Riesgo de dispersión de voto: demasiados candidatos independientes pueden debilitar opciones dominantes y llevar a gobiernos que dependan de alianzas muy amplias.

  • Democratización formal: representa una apertura institucional para que voces nuevas ingresen sin depender del control partido-estructura.

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