CARACAS, 13 de agosto de 2025.
En un gesto diplomático inesperado, el presidente venezolano Nicolás Maduro elogió hoy al mandatario colombiano, Gustavo Petro, calificándolo como “un hombre honesto”. Este reconocimiento fue pronunciado tras la defensa que Petro hizo del régimen venezolano ante el reciente aumento de una recompensa millonaria ofrecida por Estados Unidos para su captura. Además, Maduro aprovechó la ocasión para proponer una alianza político-militar binacional entre Colombia y Venezuela orientada a combatir el crimen transfronterizo.
El elogio que sorprendió a la región
En un evento público transmitido desde Caracas, Maduro dijo:
“Es ahora que se está dando una lucha verdaderamente honesta, ética, por parte del presidente Petro, que es un hombre honesto. Tenemos diferencias políticas, pero es un hombre honesto.”
Este reconocimiento se dio justo después de que Petro rechazara enérgicamente el incremento de la recompensa de EE. UU. por la captura de Maduro, argumentando que tal medida constituía una agresión contra la soberanía de América Latina.
Un pacto militar en ciernes
Maduro extendió su postura más allá del elogio y propuso formalmente coordinar esfuerzos entre ambos países:
“Nos toca a los militares, nos toca a los policías de Venezuela y Colombia hermanarnos en la lucha contra el delito y la criminalidad.”
Esta sugerencia se enmarca dentro de una apuesta por una alianza más robusta entre las fuerzas armadas, autoridades regionales, y estructuras estatales para crear un corredor binacional libre de violencia, narcotráfico y grupos armados.
Contexto diplomático y simbólico
Momento simbólico clave: El reconocimiento público de Maduro opera como un respaldo moral hacia Petro, en un momento de tensiones delicadas derivadas de la política estadounidense.
Impacto político internacional: En medio de una escalada de sanciones y recompensas contra el régimen venezolano, el respaldo de un gobierno vecino adquiere un valor estratégico para Maduro.
Implicaciones para Colombia: La propuesta puede tensionar el oído diplomático colombiano, más aún en un contexto electoral que exige cuidar tanto la soberanía como la seguridad regional.
Editorial | Honradez, alianza y el desafío de la soberanía
La declaración de Maduro va más allá del elogio: es una jugada política con tres dimensiones claves—
La moralización del poder: Llamar “hombre honesto” a Petro es apuntar que su respaldo surge de convicciones, y no de conveniencias.
Una alianza estratégica: Proponer colaboración entre fuerzas armadas desdibuja las fronteras tradicionales y plantea un nuevo paradigma de seguridad regional.
La soberanía como escudo político: Al confrontar la acción estadounidense, ambos gobiernos reivindican una narrativa continental de no injerencia y autonomía.
El reto está en balancear diplomacia, seguridad y consenso interno, sin ceder en la integridad institucional.
Conclusión
Maduro, bajo presión internacional, extiende una mano solidaria a Petro y traza un mapa de cooperación inédita entre dos países vecinos. En este tablero emergente de alianzas y discursos simbólicos, ambos mandatarios juegan una partida que definirá no solo agendas bilateral, sino la manera como América Latina se responde a sí misma frente al exterior.