Un avión de Spirit Airlines que intentaba aterrizar en el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture en Puerto Príncipe, Haití, fue alcanzado por disparos procedentes de un tiroteo entre grupos armados en las inmediaciones de la terminal. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales ni heridas graves, y el vuelo logró aterrizar con seguridad. El incidente resalta la creciente inseguridad que afecta al país, donde las pandillas controlan grandes áreas urbanas. Como medida preventiva, diversas aerolíneas han suspendido temporalmente sus vuelos hacia Haití, lo que refleja la creciente preocupación por la seguridad aérea y la situación del país.
El ataque ha generado alarma tanto entre las autoridades haitianas como internacionales, con la comunidad global preocupada por el impacto de la violencia en la infraestructura crítica del país. Esta escalada de inseguridad también ha afectado la economía local, particularmente en lo que respecta al turismo y el transporte, con Haití enfrentando una situación cada vez más precaria debido al control de las bandas armadas sobre regiones clave.
El gobierno de Haití, con el apoyo de organismos internacionales, ha prometido aumentar la seguridad en las áreas afectadas y tomar medidas contra las bandas criminales, aunque la situación sigue siendo compleja.