Las intensas lluvias que azotaron Bogotá el 6 de noviembre de 2024 provocaron inundaciones generalizadas, especialmente en el norte de la ciudad, lo que causó caos en la movilidad y dejó una serie de emergencias en varias localidades. Usaquén, Suba y Ciudad Bolívar fueron algunas de las zonas más impactadas, presentando graves encharcamientos en sus principales arterias viales. En Usaquén, la Carrera 7 entre las calles 152 y 189 registró múltiples puntos de inundación, afectando el tránsito y complicando las rutas escolares. La Autopista Norte, en el tramo entre las calles 170 y 217, también presentó congestionamientos severos debido a la acumulación de agua.
En la localidad de Suba, la Avenida Boyacá con Calle 170 y la Avenida Ciudad de Cali con Calle 132 también resultaron gravemente afectadas, haciendo que el tráfico fuera caótico en estos sectores clave. En Ciudad Bolívar, la situación fue aún más crítica debido a deslizamientos de tierra que comprometieron la seguridad de varias familias, las cuales fueron asistidas por el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) y los Bomberos de Bogotá.
Este fenómeno pone de relieve los desafíos en la infraestructura de drenaje de la ciudad, que se ha mostrado insuficiente para manejar precipitaciones intensas. Las lluvias recientes están ligadas al fenómeno de La Niña, que ha modificado los patrones de clima y ha retrasado las lluvias que ahora afectan a la capital. Los ciudadanos han expresado frustración ante la falta de medidas preventivas y la gestión insuficiente por parte de las autoridades, quienes en años anteriores habían prometido mejoras para mitigar estos efectos climáticos, especialmente tras una temporada prolongada de sequía.
La Secretaría de Movilidad y el IDIGER recomiendan a los ciudadanos tomar rutas alternativas y extremar las precauciones ante la posibilidad de lluvias adicionales en los próximos días.