El 21 de octubre de 2024, en una importante operación denominada “Sin Límites”, agentes de la DIJIN (Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL) lograron la captura de cuatro personas vinculadas a una organización criminal dedicada al tráfico de migrantes en la isla de San Andrés, entre ellos dos funcionarios de la Gobernación del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y un ciudadano nicaragüense.
Detalles de la Operación
La operación fue ejecutada en coordinación con el Servicio de Seguridad Diplomática de la Embajada de Estados Unidos y la Fiscalía General de la Nación. Según las autoridades, esta red criminal tenía como modalidad el tráfico de migrantes vietnamitas, quienes ingresaban irregularmente a Colombia por Medellín, eran trasladados a San Andrés, y posteriormente llevados a Nicaragua. Los migrantes pagaban entre 2.000 y 2.500 dólares por ser movidos a través de esta red.
Involucrados en la Red Criminal
Entre los capturados figura alias “Natasha”, quien ejercía como funcionaria de la Secretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente en la isla. “Natasha” lideraba la organización, coordinando la llegada de migrantes, su hospedaje, alimentación y cobro por el servicio de tráfico.
Otro de los detenidos es alias “Gordo”, un ciudadano nicaragüense y pareja sentimental de “Natasha”, quien se encargaba de recibir a los migrantes en el aeropuerto y facilitaba su transporte marítimo hacia Nicaragua. También fue capturado alias “Sergey”, hermano de “Natasha”, y alias “Jose”, un funcionario de la Oficina de Control, Circulación y Residencia (OCCRE), quien permitía la entrada irregular de los migrantes en el Aeropuerto Internacional Gustavo Rojas Pinilla.
Proceso Judicial
Tras su captura, los cuatro implicados fueron presentados ante un Juez de Control de Garantías, quien legalizó las detenciones. La Fiscalía General de la Nación les imputó cargos por concierto para delinquir agravado y tráfico de migrantes. El juez dictó medida de aseguramiento privativa de libertad para los capturados, quienes fueron trasladados a un centro carcelario en la isla de San Andrés.
Esta operación representa un golpe significativo a las redes de tráfico de migrantes en la región del Caribe, y refuerza los esfuerzos conjuntos entre las autoridades colombianas e internacionales para combatir estas actividades ilegales.