El 3 de octubre de 2024, un vuelo humanitario de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) aterrizó en el Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM) en Bogotá, trayendo de regreso a 116 personas, en su mayoría colombianos, que se encontraban en situación de riesgo en el Líbano. Esta operación fue liderada por el Gobierno de Colombia en respuesta a la creciente violencia en el Medio Oriente, específicamente en Beirut, donde la tensión ha escalado debido a los ataques aéreos entre Israel y grupos armados en la región.
Entre los repatriados se encuentran 48 niños, junto a adultos que residían o se encontraban temporalmente en el Líbano por motivos turísticos o laborales. El vuelo de la FAC, un Boeing 737, partió el 28 de septiembre con la misión de evacuar a los colombianos atrapados en Beirut y también llevó consigo suministros de ayuda humanitaria para apoyar a la población afectada por la crisis en la región. A pesar de las complejidades logísticas que enfrentó la operación, incluidas las restricciones aéreas y la necesidad de hacer escalas para garantizar la seguridad del vuelo, la misión fue considerada un éxito por las autoridades.
A su llegada a Bogotá, los pasajeros fueron recibidos por el canciller Luis Gilberto Murillo, quien destacó la importancia de esta operación para proteger a los ciudadanos colombianos en el extranjero. La Cancillería, en colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Migración Colombia y otros organismos nacionales, facilitó los trámites para el retorno seguro de estas personas.
El gobierno también ha dejado claro que este no será el único vuelo de evacuación. Según las autoridades, más de 100 colombianos siguen en el Líbano, algunos de ellos diplomáticos que no han sido evacuados debido a la naturaleza de sus funciones. Se está evaluando la posibilidad de organizar un nuevo vuelo humanitario en las próximas semanas para traer a los colombianos restantes que deseen regresar al país.
El conflicto en el Líbano ha generado preocupación no solo por su impacto en la región, sino también por el peligro al que se ven expuestos los ciudadanos extranjeros, incluidos colombianos. Este vuelo es parte de una serie de acciones humanitarias que el gobierno colombiano ha desarrollado para garantizar la seguridad de sus ciudadanos en zonas de conflicto. Además, Colombia también ha extendido su ayuda a otros países, con envíos de suministros humanitarios a Gaza como parte de su compromiso con la paz en el Medio Oriente.
Los pasajeros evacuados expresaron su alivio y gratitud al gobierno colombiano por la rápida respuesta y el esfuerzo en coordinar su retorno en medio de una situación tan crítica. Algunos de los repatriados compartieron su temor y la incertidumbre que vivieron en Beirut, donde los ataques aéreos y las explosiones los mantenían en un estado constante de alerta. Al llegar a Bogotá, muchos de ellos fueron trasladados a centros de atención médica y psicológica, donde se les brindó apoyo tras la traumática experiencia.
Con este vuelo, el gobierno colombiano reafirma su compromiso de asistir a sus ciudadanos en el extranjero, especialmente en situaciones de emergencia, y continuará monitoreando la situación en el Medio Oriente para determinar futuras acciones humanitarias.