En respuesta a la inminente amenaza de desabastecimiento eléctrico en Colombia, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) ha tomado la decisión de activar plantas térmicas de generación de energía. Esta medida busca mitigar la creciente preocupación por el déficit de generación hídrica que ha afectado al país debido a la fuerte temporada seca y la sobreexplotación de los embalses.
El riesgo de un desabastecimiento eléctrico ha llevado a la CREG a optar por la energía térmica, una opción que, aunque más costosa y menos amigable con el medio ambiente, es crucial para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico nacional. Las plantas térmicas se activan como un recurso complementario en situaciones de emergencia, y en esta ocasión, se espera que estas generadoras de energía puedan suplir el déficit hídrico y estabilizar la oferta energética del país en los próximos meses.
Contexto de la medida
El fenómeno del Niño, que ha reducido los niveles de los embalses en todo el territorio, junto con el aumento en la demanda de energía, ha puesto al país al borde de una crisis. En condiciones normales, Colombia depende en gran medida de su capacidad de generación hidroeléctrica, que representa un 60% de la energía del país. Sin embargo, la prolongada sequía ha debilitado esta fuente, lo que obliga a recurrir a otras formas de generación, como la térmica.
Esta decisión, aunque necesaria, plantea preocupaciones en términos de sostenibilidad, ya que las plantas térmicas utilizan combustibles fósiles como el gas y el carbón, generando mayores emisiones de gases de efecto invernadero.
Implicaciones económicas y sociales
El uso de energía térmica no solo implica un impacto ambiental, sino también un aumento en los costos de generación, lo que podría reflejarse en el alza de las tarifas de energía para los usuarios. Las autoridades han advertido que estos incrementos podrían comenzar a notarse en las facturas de los próximos meses, afectando tanto a los hogares como a las empresas.
Además, se teme que la dependencia de la energía térmica pueda prolongarse si las condiciones climáticas no mejoran. Esto ha generado un llamado a diversificar aún más la matriz energética del país, fomentando inversiones en energías renovables como la solar y la eólica, que podrían ser alternativas viables a largo plazo para evitar futuras crisis.
Medidas adicionales y seguimiento
La CREG, junto con el Ministerio de Minas y Energía, continuará monitoreando de cerca la situación, con la posibilidad de implementar nuevas medidas si la crisis persiste. Se están llevando a cabo reuniones con distintos actores del sector energético para asegurar que el suministro sea suficiente y se minimicen las afectaciones a los usuarios.
En conclusión, aunque la activación de plantas térmicas es una solución a corto plazo, la situación actual pone de relieve la necesidad de reforzar la resiliencia del sistema energético colombiano frente a fenómenos climáticos extremos y garantizar que el país esté mejor preparado para enfrentar futuras crisis energéticas .
