En un paso significativo hacia la reducción de la contaminación acústica en el país, el Senado de Colombia aprobó la Ley contra el Ruido, cuyo objetivo es garantizar un entorno más saludable y respetuoso para la población. Esta normativa establece la obligación de desarrollar una política de calidad acústica, bajo la dirección del Ministerio de Ambiente, en un plazo de 18 meses tras su promulgación. Dicha política incluirá la definición de niveles aceptables de ruido ambiental y estrategias concretas para mitigar los efectos negativos del sonido excesivo generado por fuentes como el tráfico vehicular, la industria y las actividades comerciales.
El proyecto de ley también introduce modificaciones al Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, fortaleciendo las herramientas sancionatorias para quienes infrinjan las normativas acústicas. La medida busca no solo penalizar el exceso de ruido, sino también promover la sensibilización ciudadana sobre los impactos del sonido excesivo en la salud física y mental.
Según datos recientes, más del 70% de las llamadas a líneas de emergencia en el país están relacionadas con conflictos derivados de la contaminación acústica, un problema que afecta gravemente la convivencia en las zonas urbanas. Este panorama impulsó la creación de la ley, la cual pretende, además, fomentar la coordinación entre entidades nacionales y locales para implementar soluciones efectivas.
La Ley contra el Ruido también considera el diseño de campañas educativas y de sensibilización ciudadana, orientadas a generar conciencia sobre los perjuicios del ruido en la salud pública, la productividad y la calidad de vida. Así, la normativa no solo aborda la problemática desde un enfoque punitivo, sino también preventivo y educativo, marcando un hito en la gestión ambiental del país.