El huracán Helene, que alcanzó la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, ha tocado tierra en la costa de Florida, causando daños devastadores y obligando a las autoridades a emitir órdenes de evacuación masiva. Los residentes que decidieron no evacuar fueron advertidos de que, en caso de perder la vida, deberían haber identificado sus cuerpos con anticipación, reflejando la gravedad de la situación.
Impacto en Florida
Helene se ha caracterizado por vientos sostenidos de hasta 240 km/h, generando marejadas ciclónicas, inundaciones y la destrucción de infraestructuras. Las zonas más afectadas incluyen áreas costeras, donde muchas viviendas quedaron destruidas, y los servicios básicos como electricidad y agua potable se han visto gravemente interrumpidos. Las autoridades locales han solicitado ayuda de emergencia federal y han establecido refugios para las personas desplazadas.
Evacuación masiva y advertencias de seguridad
El gobernador de Florida hizo un llamado urgente a la evacuación antes de la llegada de Helene, destacando la letalidad del huracán. Sin embargo, algunos residentes optaron por quedarse en sus hogares. Como resultado, los equipos de rescate han estado trabajando bajo condiciones extremadamente peligrosas para socorrer a las personas atrapadas en áreas afectadas.
Las autoridades meteorológicas advirtieron que, aunque el huracán ha disminuido en fuerza, los efectos secundarios, como las lluvias torrenciales y las inundaciones repentinas, continuarán afectando a gran parte del estado y a zonas cercanas en los próximos días.
Respuesta federal y recuperación
El gobierno de los Estados Unidos ha movilizado equipos de emergencia y asistencia humanitaria, enviando recursos para la reconstrucción de infraestructuras críticas y brindando apoyo a las zonas devastadas. Las carreteras están inundadas y muchas ciudades han quedado aisladas, complicando los esfuerzos de ayuda. Los expertos indican que la recuperación podría llevar meses, debido al nivel de devastación y los efectos colaterales, como los deslizamientos de tierra.
Este huracán, que comenzó como una tormenta tropical en el Atlántico, ha sido uno de los más destructivos de la temporada, resaltando la importancia de la preparación ante fenómenos naturales de esta magnitud.